Café y lactancia

Café y lactancia

El consumo de café es uno de los temas que causa más controversia entre las madres lactantes. Mientras que algunas creen que una taza de café es inofensiva, otras se preocupan por la posible transferencia de cafeína a través de la leche materna y su impacto en el bebé. En este artículo, exploraremos el consumo de café durante la lactancia y lo que la ciencia nos dice al respecto.

(yo, si no pudiera beber café durante la lactancia, no estaría aquí escribiendo… )

En primer lugar, es importante entender cómo la cafeína afecta al cuerpo. La cafeína es un estimulante del sistema nervioso central y puede tener efectos diferentes en cada persona. En general, los efectos más comunes incluyen un aumento del estado de alerta, una disminución de la fatiga y un aumento de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial.

En cuanto al consumo de café durante la lactancia, la mayoría de las organizaciones de salud, como la Academia Estadounidense de Pediatría y la Organización Mundial de la Salud, consideran que el consumo moderado de cafeína es seguro. La cantidad de cafeína que una madre puede consumir mientras amamanta depende de varios factores, como su metabolismo, la edad y la salud general, así como de la cantidad de café que se consume.

Se cree que la cantidad de cafeína que se transfiere a través de la leche materna es relativamente baja, pero puede variar entre el 0,06% y el 1,5% de la cantidad consumida por la madre. En general, se considera que la ingesta de hasta 300 miligramos de cafeína al día (aproximadamente dos tazas de café de 8 onzas) es segura para la mayoría de las madres lactantes y no tiene efectos negativos sobre el bebé.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que los bebés pueden ser más sensibles a la cafeína que los adultos. La cafeína puede afectar el sueño y la alimentación del bebé, especialmente si se consume en grandes cantidades. Algunos bebés pueden volverse irritables o inquietos después de que su madre haya consumido cafeína, mientras que otros pueden tener problemas para dormir.

Si una madre nota que su bebé está experimentando algún problema después de que ella ha consumido cafeína, puede intentar reducir su consumo o eliminarlo por completo. También es importante recordar que la cafeína se encuentra en otras bebidas y alimentos, como el té, el chocolate y algunos refrescos, por lo que una madre debe tener en cuenta su ingesta total de cafeína.

En conclusión, el consumo moderado de café durante la lactancia es generalmente seguro. La cantidad de cafeína que se transfiere a través de la leche materna es baja y la mayoría de las madres pueden consumir hasta 300 miligramos de cafeína al día sin preocuparse por efectos negativos en su bebé. Sin embargo, si una madre nota que su bebé está experimentando problemas después de que ella ha consumido cafeína, puede intentar reducir su consumo o eliminarlo por completo.

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